Nadie

José Ángel Valente
Nadie
José Ángel Valente

Nadie
Editor: Fundación César Manrique, 1997

José Ángel Valente
(Orense, 25 de abril de 1929 – Ginebra, 18 de julio de 2000)

Nadie es el último libro publicado por Valente en vida. Editado por la Fundación César Manrique, el libro contiene un prefacio y 15 poemas que posteriormente aparecerían en Fragmentos de un libro futuro, primero de sus libros póstumos.

El prefacio, Palabra, libertad, memoria, constituye una Poética de Valente, la forma en que el poeta entiende la poesía, pero también su modo de situarse en el mundo, de interpretar la experiencia vital. Basado en 3 ejes: 1, llevar el lenguaje a su límite, donde las palabras son “ininteligibles y puras”; 2, en este límite el lenguaje poético coincide con el lenguaje de la locura; y 3 el silencio, tanto en en el lenguaje como en la vida.
Comienza el prefacio citando los Salmos, La oscuridad no es oscura ante ti y la noche / ilumina como el día. Oscuridad como luz, creando esa paradoja de los koan budistas, textos que no pueden entenderse intelectualmente, textos en los que la oscuridad y la luz se hacen uno sin ser por ello contradictorios.
El poeta ha llegado a ese punto donde se reúnen el místico San Juan de la Cruz (y quedéme no sabiendo) y la filósofa María Zambrano para quien, en ese lugar, lenguaje e identidad se aniquilan y nadifican, ese punto más allá del cual todo es inefable, místico, un lugar de vacío y plenitud.
El campo de la locura es aquel donde el lenguaje no atiende al orden codificado y la palabra poética es anterior al discurso del dictum, lo dicho, La ruptura de la norma en el lenguaje de la locura corresponde a la libertad de violar el sistema de la lengua. Valente confluye en un campo compartido por poesía y locura. El tercer punto de este prefacio se refiere a la música de Webern donde el silencio no es sólo parte de la composición, sino que El silencio es la memoria primordial. O la memoria primordial es una memoria del silencio.

El poema 1, Nadie, se adentra en lo que el poeta llama incierta realidad donde se camina a ciegas, no hay certezas, todo es naufragio, lengua imposible de interpretar, para llegar a diluirse despacio, muy despacio, en lo no descifrable.
El poema 2, Norte, dedicado a su esposa Coral, Al norte / de la línea de sombras, que como en Conrad es una línea límite, transición hacia otro estado; también es una declaración de ese amor que sobrevive incluso a la muerte, y el naufragio inminente todavía / no se ha consumado, ciegamente / te amo.
El poema 3, Comparición, vuelve a la conjunción paradójica, esta vez entre memoria y olvido, muerte y resurrección. En un día de otoño, en una ciudad ajena, intuyendo la muerte, el poeta afirma Llego y ni siquiera sé muy bien quién llega. Un mundo desaparecido, ausencia e inexistencia del que emerge el poeta recordando Las horas arrastradas por el viento / apagan nuestros pasos.
El poema 4, Proyecto de epitafio, existencia despedazada, silenciosa, donde el poeta entra en el olvido. mas allá queda el deseo de que esos restos misteriosos sean entregados, De ti no quedan más / que estos fragmentos rotos. / Que alguien los recoja con amor, te deseo, para que no mueran totalmente con el poeta indefenso.
El poema 5, Octubre, llama a la leve luz del mes en un paseo compartido, Dame / tu mano y cruza / de puntillas conmigo / para nunca pisarla. Una luz que todo lo consume, todo lo disuelve en el silencio, cuando apenas rozarla significaría la desaparición en el perfil del aire.
El poema 6, Días de invierno de 1993, el poeta ha desaparecido, es nombrado un niño o más bien su imagen flotando en la noche. Son días de tristeza, herida, ausencia de recuerdo, y, sin embargo, hay un espacio más allá de la luz, Piedras. Norte. Estalla / lejos la luz, muy lejos./ Andemos todavía.
El poema 7, Redoble por los kaiowá del Mato Grosso del Sur, enfrenta a los dominantes del mundo con su poder y sus armas —El río trajo la bronca imagen de los asesinos / reflejada en sus aguas más oscuras./ Venían con sus dioses de bolsillo, /aguardentosos, tristes, ávidos.— a los agricultores indígenas de la Amazonia, si aún nos fuera posible / nacer a vuestro lado / en la tierra sin mal. De la misma forma enfrenta un tipo de lenguaje bronco, arenoso a otro que no todos pueden ver, pero que está ahí, presto a ser tomado, creado desde la comunidad de los seres.
El poema 8, Otoño, 1994, vuelve a uno de sus temas queridos, el otoño, las gotas de lluvia fingen llanto, no tanto como estación sino como trasunto de la intimidad, otoño que llega al centro del ser, al límite del abismo, al lenguaje traspasado por la niebla, velados días como tenues telas, días tejidos en el hueco oscuro, / suspendidos del borde / de los días iguales.
El poema 9, Luces hacia el poniente, aquí el poniente significa abandonarse, declinarse, detención del flujo del vivir hasta llegar como el borde del vuelo o la caricia, sin saber si se llega o se vuelve, el poeta pregunta: ¿A dónde? / El fin es el comienzo. / Nadie / me dice adiós. Nadie me espera. Se igualan principio y final, luz y sombra, lo visible y lo invisible, espacio donde el lenguaje poético halla su espacio y también su imposibilidad, Entrar ahora en el poniente, / ser absorbido en luz / con vocación de sombra.
El poema 10, Elegía: fragmento, presenta la muerte como dolor de saber que no llegará al borde del ser que fue y ya no será después de la muerte, si tú eras yo y entero me invadías / por qué tan ciega ahora esta frontera, la muerte es muro que no se traspasa, el lugar donde no se oyen los requerimientos y, sin embargo, queda un hueco para el amor, te digo ven y a veces / todavía me miras con ternura / nacida sólo del recuerdo. Qué dolor el morir, llegar a ti, besarte / desesperadamente. El poeta llega a lo que llama impresencia de sí mismo, la disolución del Ser.
El poema 11, Lotófagos, los que comen lotos, son un pueblo que ya aparece en La Odisea, donde los marineros olvidan su travesía y deciden permanecer. Este es un texto en prosa, para Valente es el territorio donde desaparece memoria y olvido, más aún, Desconocemos la melancolía y la fidelidad y la muerte. Donde el ser no se reconoce en su imagen, apenas una máscara.
El poema 12, La soledad, también un texto en prosa, poblado de fantasmas, de imágenes de nadie, de desaparición del lenguaje, de páginas desnudas donde nada está escrito. Y llega el frío, imagen querida de Antonio Gamoneda, para disolverlo todo en la noche. El poeta queda desamparado al perder el recuerdo de quien fue amado, Pregunto: -¿Dónde estás?, pero todas las puertas están cerradas, excepto la que no conoce el perdón.
El poema 13, Cabo de Gata, el poeta llegado de una tierra lluviosa y arbolada, entra en esta tierra desértica y seca, Y la luz sucedía a la luz en las láminas de tenue transparencia. La luz que cambia todo, dioses y mares, la tierra descendiendo hacia el agua, para encontrar otro territorio, el del cuerpo amado, regreso a tu cintura, a tus labios mojados por el tiempo, a la luz de tu piel que el viento bajo de la tarde enciende. Territorio, tu cuerpo. Territorio que es morada del ser, material y amorosa, creación envolvente.
El poema 14, In pace, la morada es la del durmiente que siente la ausencia, el vacío, el tiempo detenido, Ceniza tú. Yo sangre. Leve hoja tu voz. Pétreo este canto. Piedra donde el poeta encuentra un espacio de creación tenue, lejano, que no podrás ya nunca recordarme.
El poema 15, Centro, consta de un único verso en el que cuerpo y universo, microcosmos y macrocosmos, encuentran la órbita precisa, Alrededor de la hembra solar aún sigue girando oscuro el universo. En el centro, el cuerpo femenino, cuerpo solar, luz, seno, matriz; a su alrededor y oscuro queda el universo girando extasiado.

Nadie, un libro de apenas 42 páginas, contiene una Poética y 15 textos en los que se encuentran todos los temas, preocupaciones, averiguaciones del poeta. Es un Valente esencial. Dice el poeta Khalil Gibran, en una gota de océano se encuentran todos los secretos del océano.

Publicación


De Sur a Sur
Revista de poesía y artes literarias
Retamar, Almería (España)

N.º 10 – febrero-2020
Páginas 75-77 

Revista «De Sur a Sur» n.º 10

Revista De Sur a Sur

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