Shuntaro Tanikawa

Shuntaro Tanikawa

No tengo otro oficio, estoy obligado a escribir para ganarme la vida. Esta es la primera razón, si bien no se trata de una cuestión de dinero: aunque no sean numerosos, tengo algunos lectores y esta demanda me otorga un papel en la sociedad. Me permite una estabilidad económica a la vez que una estabilidad espiritual.
Pero desempeñar este papel no es sencillo. Porque escribir poesía no es una profesión en sí. (En mi declaración de impuestos inscribo en la casilla profesión: escritor). Mi deseo es agradar al lector, pero no tengo la intención de ser complaciente. A través de mis escritos deseo transmitirle mis ideas, pero no pretendo educarlo. La escritura es para mí el único medio de relacionarme con mis contemporáneos, sin embargo, no quiero unir a esto el hecho de tener que escribir algo que no deseo escribir. Escribir para el lector -exterior- y escribir para ese otro yo que hay en mí son dos actos inseparables. Pienso que esa es la función de la escritura.
Si viviese de mis rentas y no tuviese ninguna obligación, ¿dejaría de escribir? Teniendo la experiencia de cuarenta años de escritura, inseparable de mi vida actual, dudo que pudiese prescindir de escribir. La pregunta «¿Por qué escribe usted?» adoptaría para mí un sentido nuevo, pero presiento que bastaría esta respuesta: porque deseo jugar con el mundo, es decir, con el lenguaje.
El hombre se diferenció del animal cuando poseyó el lenguaje. El lenguaje permite el conocimiento del mundo exterior como realidad organizada y al mismo tiempo da cuenta del caos interior del hombre. Flotamos en el cosmos, en un vaivén laborioso entre el orden y el caos -y de nuevo es el poder del verbo el que suscita esta imagen-.

Pourquoi écrivez-vous ?
Libération. Paris, 1985

Shuntarō Tanikawa
(Tokio, Japón, 15 de diciembre de 1931)

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