Mark Strand

Mark Strand

Algunos pensamos que cuanto menos se hable del modo en que hacemos las cosas, mejor. Yo particularmente ni siquiera estoy seguro de tener un modo reconocible de proceder, ni de que pudiese hablar de él si lo tuviera. No dispongo de ningún método secreto de escritura, ni tengo una lista de lo que que hay que hacer o no hacer. Cada poema exige ser tratado de manera específica, que se llegue a un acuerdo con él, y que se le busque el comienzo y el final apropiados. Pero me estaría engañando si creyese que no hay nada constante en las transacciones entre mis poemas y yo. Supongo que esto es lo que entendemos por oficio: las transacciones que se mantienen tan constantes que no solo nos asociamos a ellas, sino que permitimos que representen los medios por los cuales hacemos las obras. Pero, dado que rara vez las presentamos en términos de procedimiento, ¿cómo podemos hablar de ellas? En gran medida, estas transacciones, a las que he decidido llamar oficio, son propiedad exclusiva del poeta individual y no pueden ser transferidas a otros ni adoptadas por otros. Y esto por la razón de que son, en buena parte, desconocidas en el momento de la escritura y solo se revelan con posterioridad, si es que llegan a revelarse.

Sobre nada y otros escritos
Turner Publicaciones, 2015

Mark Strand
(Summerside, Canadá, 11 de abril de 1934 – Nueva York, 29 de noviembre de 2014)​

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